Juan Diego Sánchez – Ex-Becario Alumni

Juan Diego Sánchez (Madrid, 1989) tiene la ilusión de volver a Navarra para ejercer la Medicina, enseñarla e investigar desde la Universidad que le acogió.

Es fácil dejarse llevar por la admiración cuando uno escribe sobre este cardiólogo que acaba de iniciarse también como padre de una niña. Desde una profunda humildad, Diego siente que debe mucho a la sociedad y a la Universidad de Navarra, pero hay otra realidad: su capacidad de adaptación y de prolongar los esfuerzos están detrás de una historia humana de superación y de éxito.

Quizás sea el amigo, alumno, médico, hijo, hermano que todos debiéramos tener para conservar intacta la esperanza de que no hay imposibles si se tienen unos fuertes propósitos y la docilidad necesaria para dejarse guiar por las personas adecuadas.

Diego Sánchez habla con un enorme cariño de su tutor –”su padrino”– en la Universidad de Navarra, el Dr. José María Hermida. También del entonces capellán y hoy rector de la Basílica Pontificia de San Miguel de Madrid, don Juan Ramón García-Morato, que fue quien ofició su boda con otra antigua alumna de Medicina, hace justo un año.

“El MIR suele romper las parejas que se forman en la universidad”, cuenta Diego. En su caso aguantaron el MIR y los sendos periodos de residencia, marcados amargamente por la pandemia del Covid. “En estos tiempos hemos visto lo mejor y lo peor de cada uno de los dos y tenemos claro que lo nuestro será para siempre”, afirma.

Hijo de dos policías nacionales, siempre tuvo la inquietud de ser médico pero, debido a una situación familiar que le desvió parcial y transitoriamente de sus estudios, no obtuvo la nota para entrar en una universidad pública. Su madre pagó con todos sus ahorros los dos primeros años de Medicina en Navarra. Al tercer año, a este estudiante que tenía una media global de 9,5 solamente quedaban las opciones de trasladarse a Madrid o de solicitar una beca Alumni. Gracias a la ayuda, finalmente concedida, pudo culminar sus estudios en una de las mejores universidades del mundo y seguir formándose como médico y como persona.

Atribuye a la Universidad de Navarra la experiencia de un gran desarrollo personal. Le concedieron un premio de vida universitaria, sin duda ganado justamente ya que el “flechazo” que Diego sintió por la Universidad se tradujo en una enorme proactividad a la hora de participar en decenas de cursos, actividades y proyectos, que contribuyen en gran medida a que Navarra sea “algo especial”, para el alumno y para la persona.

Hoy, Diego Sánchez ejerce como cardiólogo en la Clínica Universidad de Navarra de Madrid y aspira a aportar su grano de arena a la Humanidad desde el ejercicio de su profesión, la investigación y la formación de los médicos del futuro.